Gregor
Mendel vivió y desarrolló su trabajo científico en Bron, pequeña ciudad del imperio
que hoy pertenece a la República Checa; más concretamente en el monasterio
agustino de dicha ciudad, del que llegó a ser abad. Mendel que a pesar de ser
un desconocido para los hombres de ciencia de su tiempo poseía una sólida
formación científica. El éxito del trabajo se fraguó con una acertada elección
del material experimental así como de los caracteres a estudiar. Eligiendo para
sus experimentos una planta ornamental que podría hibridarse manualmente, como
lo eran las flores de Pisumsativum, y que eran fácil para la realización de fecundaciones
cruzadas. El uso de esta técnica permitió a Mendel realizar cruzamientos
controlados entre distintas variedades de la planta. Por otra parte, Mendel fijó su atención en
caracteres alternativos en cada experimento, teniendo mucho cuidado en registrar
los datos cuantitativamente.
Por tanto, el cruce más sencillo realizado
por Mendel implicaba solo a un par de caracteres alternativos, denominándose
cruce monohíbrido que consistía en una serie de cruzamientos entre razas puras
fijando su atención en la transmisión de uno solo de los caracteres estudiados.
Por ejemplo Mendel tomó dos razas puras de Pisumsativum, en una de los cuales
las semillas eran de aspecto liso y en la otra de aspecto rugoso; estas dos
razas puras constituían la generación parental (P) del cruzamiento. Usando la
técnica de fecundaciones cruzadas. Al cabo de algunas semanas, cuando las
flores hubieron fructificado, obtuvo varios centenares de semillas híbridas de
la primera generación filial (F1). Todas estas semillas eran de aspecto liso.
Luego planto semillas híbridas, muchas de las cuales germinaron dando lugar a
una nueva generación de plantas. Mendel permitió que las flores de estas
plantas se autofecundasen, y, cuando dichas flores fructificaron, obtuvo esta
vez semillas que constituían la segunda generación filial (F2).
A partir de estas observaciones Mendel
realizo el cruce entre plantas de tallo alto, con plantas de tallo bajo. A
estas plantas las llamó primera generación parental (P1) y las plantas que
resultaron las denominó primera generación filial (F1), obteniendo plantas con
tallo alto. Luego, permitió que las plantas de la F1 se autofecundaran y
analizó la descendencia de la segunda generación filial (F2). Observando que de
las 1.064 plantas 787 eran altas y que 277 eran enanas lo que lo llevo a la
conclusión de que el carácter enano desaparece en F1, para luego aparecer en la
generación F2. En tal sentido a esto se le denomina cruces recíprocos, en donde
los resultados de los cruces monohíbridos podían realizarse en cualquier
sentido, es decir, no importaba si era de origen del polen o del ovulo lo que
demostraba que no dependían del sexo. Para cada carácter Mendel propuso la
existencia de factores discretos quienes determinaban los distintos caracteres
que expresaban cada planta y que pasaban sin cambio de generación en
generación, utilizando estas ideas para poder explicar los resultados de los
cruces monohíbridos.
Los siete caracteres que
observó G. Mendel en sus experiencias genéticas con los guisantes
No hay comentarios.:
Publicar un comentario