martes, 3 de mayo de 2016

14. Aplicación de las leyes de la herencia en el hombre



         La carga genética, es decir, el número de cromosomas que posee en cada célula un individuo es aportado la mitad por su padre en el núcleo del espermatozoide, y la mitad por su madre en el óvulo.
Por ejemplo, el ser humano tiene 46 cromosomas, de los cuales 23 (22 autosomas y uno sexual) provienen del padre, y 23 (22 autosomas y uno sexual) provienen de la madre. Cada cromosoma aportado por el progenitor es igual en forma, tamaño y tipo de información a uno del otro padre, por lo tanto, una característica determinada estará representada por partida doble en los cromosomas correspondientes. Cuando la información para una característica, como puede ser el color de los ojos, es igual a ambos genes, el individuo es homocigoto, ya sea dominante o recesivo. Si la información de los genes de una característica es opuesta, como el color azul y castaño de los ojos, los genes son alelos, y se expresará el más fuerte (dominante). Es por ello que los estudios realizados por Mendel permiten explicar la aplicación de estas leyes en la herencia del hombre
En tal sentido, la ley de la uniformidad establece que si se cruzan dos razas puras para un determinado carácter, los descendientes de la primera generación serán todos iguales entre sí. Mientras que en la ley de la segregación establece que durante la formación de los gametos, cada alelo de un par se separa del otro miembro para determinar la constitución genética del gameto filial.  Sin embargo en la Ley de la recombinación independiente de los factores Mendel concluyó que diferentes rasgos son heredados independientemente unos de otros.

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